Un febrero más y por tercer año consecutivo, la revista Prescrire publica su lista de fármacos a retirar. El listado que comenzó con 57 fármacos/grupos de fármacos, aumentó a 68 en el 2014 y a 71 en el presente año.
Muchas de las recomendaciones de los autores se perpetúan en el tiempo, como el ya conocido aliskirén, la ivabradina, los IDPP-4, la trimetazidina (que ya comentamos en este blog hace dos años) o los descongestionantes nasales u orales como la pseudoefedrina, bien por no haber demostrado eficacia alguna, bien por suponer más perjuicios que beneficios para la salud de los pacientes.
Las cuatro nuevas adquisiciones del año 2015 son:
Olmesartán y sus combinaciones:
Este principio activo no ha demostrado ser más eficaz que otros ARA-2 y dentro de sus efectos secundarios encontramos la posibilidad de provocar enteropatías, diarrea crónica grave, disminución de peso de forma alarmante y posibilidad de aumentar la mortalidad por causa cardiovascular.
Pegloticasa:
Autorizado en España en octubre de 2012 y para uso hospitalario de casos graves de gota crónica tofácea debilitante con o sin afectación erosiva de las articulaciones con fracaso de otros tratamientos. En el que la AEMPS recomienda su uso con vigilancia estrecha con profesionales con experiencia en el manejo de la anafilaxia, monitorizando al paciente y con disposición de un equipo de reanimación.
Como efectos secundarios cuenta con cuadros graves de anafilaxia, infecciones cutáneas o problemas cardíacos.
Droperidol:
Fármaco de uso hospitalario indicado para la prevención de náuseas y vómitos postoperatorios debidos a la anestesia o al uso de opiáceos. Puede provocar alteraciones del ritmo ventricular y se han descrito casos de muerte súbita.
Medicamento que también es de uso hospitalario, portador del icono con el triángulo invertido (seguimiento adicional por seguridad), utilizado en pacientes con esclerosis múltiple remitente recurrente. Entre sus reacciones adversas se describen alteraciones hepáticas, leucopenia y mayor posibilidad de infecciones, siendo estos efectos secundarios graves y en ocasiones mortales.
Desde el Grup del Medicament proponemos añadir algunos fármacos que no cita Prescrire y que creemos que también deberíamos evitar:
Glibenclamida:
Riesgo de hipoglucemias graves.
La glibenclamida es la sulfonilurea que produce más hipoglucemias en comparación con el resto de SU (incluidas glipizida, gliclazida y glimepirida).
El riesgo de hipoglucemia aumenta en caso de edad avanzada, insuficiencia renal crónica, o desorden en los horarios de las comidas y mala nutrición.
Todavía de vez en cuando llega algún paciente nuevo en tratamiento de larga duración con glibenclamida.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25466239
http://redgedaps.blogspot.com.es/2015/01/siguen-las-sulfonilureas-siendo-utiles.html
Diclofenaco:
Aumento del riesgo cardiovascular.
El diclofenaco tiene un grado de selectividad para la COX-2 similar a la del primer Coxib, el celecoxib. Los estudios recientes apuntan a un mayor riesgo cardiovascular respecto a otros AINEs tradicionales y similar al observado para los Coxibs. No aporta ninguna ventaja sobre naproxeno o ibuprofeno y eleva el RCV en una magnitud muy similar al etoricoxib. No se debe usar en pacientes de riesgo CV, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, enfermedad arterial periférica o enfermedad cerebrovascular. El riesgo CV parece aumentar con dosis mayores de 100 mg/día.
Entre los AINEs de uso frecuente, es el naproxeno a dosis de <500 mg/día el que menos incrementa el RCV, seguido del ibuprofeno en dosis de <1200 mg/día.
Deberíamos considerar inicialmente dosis de 250 mg/12 h de naproxeno (<500 mg/día).
Deberíamos usar dosis de ibuprofeno de 400 mg/8 h (<1200 mg/día), en vez de las presentaciones de 600 mg.
El diclofenaco es un fármaco que ha sido muy usado, y aún se sigue usando. El diclofenaco se usa larga manu en urgencias, IM o endovenoso en gotero, a veces asociado a metamizol.
Mepifilina:
Es el teofilin acetato de mepiramina como así la denominan en la base de datos BOT pero también es denominada mepiramina acefilinato por la AEMPS. Un viejo antihistamínico (Mepiramina) asociado a una sal de Teofilina: el acetato de teofilina. En la ficha técnica no se especifica la cantidad de teofilina que libera.
Según ficha técnica: este medicamento contiene mepifilina que pertenece al grupo de medicamentos antihistamínicos H1. Se indica para: para el tratamiento de la broncoconstricción en pacientes con bronquitis agudas y crónicas (inflamación de los bronquios).
No es expectorante, ni mucolítico, ni antitusígeno, así que se libró de ser desfinanciado, pero se usa ampliamente para la tos por broncoespasmo. El uso de mepiramina en pacientes asmáticos es controvertido puesto que los antihistamínicos H1 pueden producir broncoconstricción y, por tanto, agravar el asma. Su uso indiscriminado para catarros puede producir taquicardias, crisis hipertensivas, insomnio y agitación, así como retención urinaria y glaucoma por sus efectos anticolinérgicos.
Dada su escasa eficacia (lo último publicado en pubmed es una carta al director de uno de los miembros del Grup) y sus potenciales efectos adversos, no debería ser utilizado para el tratamiento de la tos ni de los síntomas catarrales.
Escitalopram:
Enantiómero de la molécula citalopram, ISRS con las mismas indicaciones terapéuticas autorizadas (depresión, trastorno del pánico y trastorno obsesivo-compulsivo). La AEMPS, en el año 2011, informaba de la capacidad del citalopram de alargar el intervalo QT de forma dosis dependiente, es decir, más capacidad de alargar el intervalo cuanta más dosis de citalopram se administra, recomendando no sobrepasar los 40 mg diarios y los 20 mg/día en mayores de 65 años o en personas con disfunción hepática.
Dos meses más tarde la AEMPS insistía en la posibilidad que tiene la molécula escitalopram de producir un alargamiento del intervalo QT también de forma dosis dependiente, por lo que recomienda no administrar más de 10 mg al día en personas mayores de 65 años.
Nuestra recomendación de sacarlo de la lista de fármacos de uso habitual en Atención Primaria se debe a que es un medicamento que no aporta nada nuevo sobre el citalopram original, que a una dosis responsable no tiene razón de ser objeto de cuestionamiento.
Esomeprazol:
Este esteroisómero del omeprazol, tiene la misma eficacia que el omeprazol pero es mucho más caro. Según afirmaba ya el Prescricre en 2012 “su finalidad es puramente comercial e industrial”. En 2008 Vicente Baos también hablaba ya en esta misma línea.
Nuestra recomendación de sacarlo de la lista de fármacos de uso habitual en Atención Primaria se debe a que es un medicamento que no aporta nada nuevo salvo que puede administrarse en forma líquida por sonda nasogástrica.